El Papa Francisco proclamó un "Año de San José" iniciado el 8 de diciembre de 2020, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, hasta la misma fecha del año 2021. Esta decisión, que coincide con el 150. aniversario de la proclamación de San José, como Patrón de la Iglesia Universal, por el Papa Pío IX, es una oportunidad para que volvamos nuestros ojos y nuestras oraciones a San José, modelo de padre amoroso y obediente, que, a pesar de su presencia discreta y oculta, desempeñó un papel incomparable en la historia de la salvación.

Reflexionar sobre San José, particularmente en este período de pandemia, puede ayudarnos a fortalecer nuestra fe e inspirar nuestras acciones.

Son muchas las personas que están ofreciendo sus sacrificios abnegados, para proteger a los otros, tal como san José, que silenciosamente, siempre protegió y cuidó de María y de Jesús.

En el Mensaje de Fátima, Dios también nos invita que miremos a la Sagrada Familia de Nazaret, particularmente en la Aparición del 13 de octubre de 1917, como modelo a imitar. La hermana Lucía escribe en sus Memorias:" Desaparecida Nuestra Señora en la inmensa lejanía del firmamento, vimos, al lado del sol, a San José con el Niño y a Nuestra Señora vestida de blanco, con un manto azul. San José y el Niño parecían bendecir al mundo, con unos gestos que hacían con la mano en forma de cruz".

Esta visión nos recuerda que, en estos tiempos problemáticos, podemos y debemos recurrir a la Sagrada Familia. Particularmente, debemos pedir ayuda a San José, cabeza de aquel hogar y protector y proveedor de la Sagrada Familia.

El Apostolado Mundial de Fátima, tiene a San José como uno de sus santos patronos. Su imagen con el Niño Jesús en brazos se encuentra en la parte superior del edificio del Domus Pacis, en Fátima, sede de nuestro Apostolado Internacional, vive este año dedicado a San José, con mucha alegría y le pide su poderosa intercesión, para que fortalezca a las familias, a la Iglesia, a nuestro Apostolado y bendiga al mundo con la paz de Cristo.