El 25 de marzo es una fecha especial en relación con Fátima. Hace cuarenta años, en 1984, en este mismo día, el Papa San Juan Pablo II, en unión con todos los obispos, consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María, en presencia de la imagen original de Nuestra Señora de Fátima, en la Plaza de San Pedro, Roma.
Este acto solemne fue para cumplir con la petición hecha por Nuestra Señora durante las apariciones de Fátima y, más explícitamente, durante su aparición a Sor Lucía en Tuy, España, en 1929, donde dijo: "Ha llegado el momento en que Dios pide al Santo Padre que haga, en unión con todos los Obispos del mundo, la consagración de Rusia a Mi Inmaculado Corazón, prometiendo salvarla por este medio".
Cuando finalmente se hizo la consagración, Sor Lucía confirmó personalmente que tal acto solemne y universal correspondía a lo que Nuestra Señora quería: "Sí, se ha hecho tal como Nuestra Señora lo pidió", escribió.
Recordar este solemne acto de consagración de 1984 y la consagración de Rusia y Ucrania que el Papa Francisco hizo el 25 de marzo de 2022, debe ayudar a renovar nuestra fe, esperanza y confianza en Dios y en la Virgen, que prometió en Fátima que "al final Mi Inmaculado Corazón triunfará " (...) "y se concederá al mundo un período de paz". La Santísima Virgen María cuenta con nosotros, con nuestra conversión y consagración a Dios, para construir la paz en el mundo.

